
Preámbulo
El verano pasado, en casa de mis suegros, y tras acabar una tiradita por la playa del Coto de Doñana, acababan de llegar de Sevilla mi cuñada Mari Carmen y su marido, Gregorio. Estuvimos hablando de la última sesión de quimio y de la AECC. De cómo ayudaban a los enfermos y a sus familiares, y de cómo podíamos nosotros devolverles la ayuda. Traían unos impresos para domiciliar unos pagos periódicos y empezamos a rellenarlos. En ese instante me sentí muy incomodo, porque mientras yo estaba disfrutando como un mono con mis carreritas por la playa, muchos enfermos de cáncer lo estaban pasando mal y otras personas hacían lo posible por que esto fuese mas llevadero. Que injusta es la vida. Así que me propuse hacer algo por ellos. Correr los 101km de Ronda en menos de 24h y conseguir dinero para la AECC.
100km a 60€, el km101 subastado al mejor postor, y el km0 para el que quiera dar una cantidad diferente. El 12 de mayo estaban todos los km vendidos (6.000€), la oferta para el km101 era de 500€ y sumando lo ingresado en el km0 había un total de 6.853,40€ recaudados.
El 14 de mayo, a las 9h51min, justo 1h09min antes de finalizar la prueba, crucé la meta en la Alameda del Tajo, envuelto en una nube de emociones. Por mi parte, había cumplido con el trato.